UN CONCIERTO INSPIRADOR
21:23
El pasado día 2 de noviembre participé en el Concert de Solistes de la Banda Simfònica d’Ontinyent, un concierto que rompía, desde el inicio, con el concierto convencional. Fue un concierto cargado de humor, teatro y música de calidad interpretada por la Banda Simfònica d’Ontinyent que daba como resultado un concierto de éxito. Mi participación como solista hizo que tuviera una implicación mayor, por lo que pude ver todo el proceso y, de eso, es de lo que os vengo a hablar en este post.
¿QUÉ ES EL CONCERT DE SOLISTES?
El Concert de Solistes, cuenta ya con su 7ª edición, fue creado para dar la oportunidad a los músicos profesionales de la banda que han terminado o están terminando sus estudios superiores a tocar obras solistas con el acompañamiento de la banda. Además, en otras ediciones han participado también músicos de nivel internacional, por lo que estamos tratando un concierto de cierta importancia. El hecho de que se lleve siete años realizando el concierto habla muy bien de la calidad de los músicos de la Banda Simfònica d’Ontinyent, no solo de la cantidad de músicos profesionales que son miembros, sino de la capacidad de todos y cada uno de los músicos de la banda para acompañar con delicadeza y profesionalidad a los solistas.
¿PORQUÉ EL DE ESTE AÑO ES ESPECIAL?
Bueno, ¿mi presencia en él no te parece lo suficientemente especial?
¡No! No es que sea mejor que los anteriores ni mucho menos. Los otros conciertos fueron fantásticos, de un nivel brutal y gracias a esos solistas que lo hicieron posible y situaron el listón muy alto, hoy os estoy hablando de este concierto y de su 7ª edición. Es una gran muestra del éxito que disfrutaron las anteriores ediciones. ¿Y porque os hablo de este concierto en concreto? Bueno pues, por una parte por haber podido participar de forma más activa y por otra parte porque este blog es sobre innovación en cultura, más concretamente en el ámbito musical y sobre el uso de procesos lúdicos en este ámbito. Pues bien, en ese sentido sí que es interesante comentar la edición de este año, que manteniendo perfectamente el nivel de años anteriores tuvo unos ornamentos diferenciados. Esos ornamentos son los culpables de que hoy os esté dando la chapa.
¡VAMOS AL LÍO!
Empezaremos por el final…
¡Plas! ¡Plas! (aplausos). El concierto termina y el público comenta y califica el concierto como:¡Un concierto divertido! ¡Original e innovador!¡Todo un espectáculo!
Vamos a verlo con más profundidad...
¡Divertido!
Cuando decimos que algo nos ha parecido divertido, normalmente hacemos referencia a aquellas actividades que nos son entretenidas, que nos son interesantes, que nos hacen estar alegres y que incluso, nos relajan. Las cosas divertidas son, por tanto, estimulantes físicamente y/o mentalmente. Vale, esa podría ser una buena definición de divertido o no…creo que la diversión es algo muy difícil de definir, aun así te invito a hacerte la siguiente pregunta: ¿Qué cosas te parecen divertidas a ti? Puede ser el hecho de ganar, de resolver problemas, de dejarse llevar y relajarse o simplemente trabajar en equipo, coleccionar (los coleccionistas existen porque para ellos es motivador y divertido coleccionar), los juegos… Cuéntame en los comentarios.
Bien, centrándonos en el público que asistió al concierto, encuentro varias razones por lo que lo calificaron como divertido.
El concierto tenía una temática común: un circo. El teatro se convirtió en un circo, fue el actor/presentador el que se encargó de que la gente se lo creyera realmente. Ahí viene la importancia de una narrativa y por supuesto una buena inmersión de la misma. Además el concierto empezó con una banda de circo (algunos miembros de la banda con sombreros y pelucas) y fue la primera impresión del público. En vez de empezar con un presentador normal, el presentador salió con la banda de circo tocando canciones típicas de circo.
¿Qué aspectos hacen que eso sea divertido y lo sintamos así?
Bueno el hecho de que haya una narrativa común y que además está se vaya a mantener durante todo el concierto nos produce curiosidad. Estás ante algo imprevisible, no sabes cómo va a progresar el concierto ni cómo va a terminar. En cualquier concierto convencional te haces una idea de cómo empieza, como se va a desarrollar y como termina, pues hay un ritual que se repite concierto tras concierto (Aplausos, aparece la banda, aparece el solista, tocan, aplausos y vuelta a empezar hasta el final). En este caso, no es así, sino que el inicio ya es diferente y viendo como empieza, imaginas que cualquier cosa puede pasar en él. Eso es divertido y además son rasgos que encontramos cuando jugamos a un juego (piénsalo bien). También se le puede añadir la característica de sorpresa, pues hay algo divertido en que te sorprendan. La idea de sorpresa, de estar ante una novedad, algo que no esperamos, es divertida por sí misma.
¡Original!
La Real Academia Española define a la originalidad como algo “perteneciente o relativo al origen”, aquello que resulta de la inventiva de su autor, pero también como algo que tiene “carácter de novedad”. En este sentido, podríamos entrar en un debate que muchos filósofos han llevado a cabo durante años sobre la definición de originalidad y sobre qué cosas consideramos originales. Pero prefiero ir al grano. En el caso del concierto, gran parte del público calificó al concierto como algo original, haciendo referencia más bien al carácter de novedad, lo que se puede entender como un cambio en algo que conserve sus características esenciales. El público habló de un concierto, cuyo concepto hace referencia a unas características esenciales que hacen que lo consideremos así. Aunque con el adjetivo original, al lado de concierto, se está hablando de un cambio, de una forma de aplicación diferente, pero sin dejar de ser lo que ha sido siempre, un concierto.
¡Innovador!
La innovación es una palabra que se ha convertido en la guía mágica del nuevo capitalismo del conocimiento, es decir, se exige innovación como principio y fin de todo ámbito que quiera ser competitivo. En ese sentido el ámbito cultural también es influenciado por esa exigencia de innovar de forma constante. En el caso cultural, la innovación está muy ligada a la creatividad, el descubrimiento y la invención. Se requiere de un proceso creativo para introducir algo nuevo, que en muchas ocasiones solo representa una variación de algo ya existente. Como es en el caso del concierto, como espectáculo.
Innovación es siempre cambiar, lo vemos en el caso del Concert de Solistes. Innovación es también, y sobre todo en el ámbito cultural, adaptabilidad. He hablado de eso en el post un cambio para la música clásica: gamificación. Pienso que hay una necesidad de que la cultura se adapte a la nueva realidad. Con esto no estoy diciendo que no se esté haciendo, pues están naciendo proyecto realmente innovadores, que están teniendo un impacto relevante. Aunque sí creo, que queda mucho camino por recorrer y hay que seguir concienciando de la necesidad de aplicar nuevas herramientas y en definitiva, de innovar, ser originales y salirse de la norma en el ámbito cultural.
Un ejemplo excelente en este ámbito, son el de las bibliotecas y me viene una persona a la cabeza: Ana Ordás. Os invito a que le deis un vistazo a su blog, especialmente porque habla de juegos y gamificación en el contexto de las bibliotecas y está realizando proyectos realmente fantásticos.
En cuanto al Concert de Solistes se observa las ganas de coger el camino de la innovación. Aunque considero que hay muchas cosas que se pueden hacer, más allá de lo que se ha hecho hasta ahora. Si el mundo cambia todo debe cambiar en él. ¡Abramos la mente y no cerremos puertas!
A modo de conclusión...
¿Qué hizo exactamente el Concert de solistes para ser diferente?
- Uso de la narrativa: un circo.
- Uso de personajes acorde a la historia: un presentador de circo, dos mimos, un payaso, una banda de circo, un pintor.
- Repertorio relacionado con la narrativa:
The mime de Teo Aparicio (concierto para dos trompas y banda):
Así como un mimo que con gestos expresa cada una de sus emociones, en la música, es, sin duda, la misma capacidad de evocar. Los dos solistas (me incluyo) entran haciendo mímica, y antes de empezar a tocar descubren el instrumento, la trompa, que les permite expresar más allá de la mímica.
Fellini de Johan de Meij (concierto para saxo alto, banda de circo y banda):
Fellini lleva al oyente al mundo surrealista y soñador del cineasta italiano Federico Fellini. El saxofón alto sirve como la personificación de un payaso de circo. No toma la posición tradicional al lado del director de orquesta, sino que se mueve con gracia a través del escenario desde una mesa de maquillaje hasta un sofá cama, y realiza viajes paralelos a la banda de circo, que se encuentra en algún lugar del vestíbulo del teatro, independiente de la banda.
Arte (pasodoble sinfónico-flamenco) de Juan Bautista Francés:
Qué mejor pasodoble para interpretar en este concierto que el que, con su nombre, acompaña y define la temática del concierto y a todos los participantes en él. El solista en este caso fue el actor/presentador que acompañó a la banda con el cajón.
Pinazo de Saül Gómez Soler:
Encargo del “Casino Musical de Godella”, como homenaje al pintor valenciano Ignacio Pinazo en el centenario de su muerte. En la interpretación, el solista fue un pintor, que en directo materializó un cuadro utilizando los recursos pictóricos de Pinazo, mientras que la banda tocaba la obra, cuya sonoridad más oscura reflejaba los colores terrosos y cuya sonoridad influenciada por el impresionismo musical francés, reflejaba los colores típicos del impresionismo.
- Un concierto que unía muchos artes en uno: música, teatro y pintura en un mismo espectáculo.
- Una puesta en escena totalmente diferente a la convencional. No hay una presentación formal de los solistas, estos son presentados en relación a la narrativa del concierto.
- Los músicos se pasean por las butacas, rompiendo la barrera entre público y artista.
En definitiva fue un concierto diferente y las ganas de salirse de la norma lo convirtieron en una inspiración más para seguir trabajando por el cambio. Un cambio que se adapte al presente en el que vivimos y el futuro que vendrá. Las actividades culturales pueden ser un gran atractivo para un gran público, y para llenar la demanda hay que crear e innovar, sin olvidar el mundo que se mantiene cambiante siempre.
¿Eso significa que hay que hacerlo siempre? ¿Significa que los conciertos convencionales no deberían existir en el mundo en el que vivimos?
En absoluto, pero tiene que haber de todo. Personas que asistan a los conciertos convencionales están y seguirán estando. El foco ahora se encuentra en otro tipo de público, en el de las nuevas generaciones que, en definitiva, serán el futuro.
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